Ayer por la noche, encerrado a oscuras en mi habitación, con los cascos puestos y admirando el final de Bioshock 2, me ahogué en un mar de dudas…
Considero Bioshock 2 como un buen juego que, sin sorprender ni la mitad que su predecesor (básicamente es igual), cumple a la perfección y sirve de ejemplo de hasta que nivel han evolucionado géneros como los “shooters” en la actual generación HD.
No es el mejor de su clase, pero su atmósfera es buena y, todo y el paso del tiempo, logra sorprender a un RETROGAMER como yo. Sí, lo admito: soy RETRO, sin embargo me gusta mucho flipar con la técnica y los juegos actuales. Para nada me siento desfasado y me inquieta pensar qué nos depara el futuro.
Si en 20 años hemos pasado del Alex Kidd al Bioshock, ¿Qué nos pueden deparar las próximas décadas?
Está claro que cada generación de consolas supera a la anterior en algo, ya sea en gráficos (obviamente siempre suele ser así: más potencial = mejores gráficos), opciones, catálogo… No obstante, en la actualidad parecemos algo “empanados”…
Perdonad el término pero es que, últimamente, estoy viendo cosas muy extrañas. El gran descubrimiento de la generación vigente ha sido, sin lugar a dudas, la alta definición, no obstante, muchos la recordarán como la era de los mandos alternativos.
No critico la idea, pero sí me preocupa a donde puede llevarnos. Sony y Microsoft, con dos máquinas infinitamente superiores a la de Nintendo, han tenido que bajarse los pantalones y crear “accesorios volátiles” para llamar la atención de unos usuarios que han olvidado como interactuar entre ellos sin electrónica de por medio...
No es que este hecho en sí sea muy preocupante, pero me temo que los aficionados “clásicos” (para llamarnos de alguna manera) podemos estar en peligro de extinción. Dos factores juegan en nuestra contra y no sé hasta que punto influirán en el sector.
Nintendo y su WII han forjado a toda una generación de “jugones alternativos” que prefieren la diversidad de periféricos al potencial gráfico.
Además, paralelamente, Apple y sus iguales están creando una nueva gama de productos (smartphones, tablets…) capaces de confundirlos.
No veo mal que la gente juegue con el móvil, pero, lógicamente, esto les mete de lleno en un entretenimiento volátil, simple y esporádico. Un entretenimiento que se debe saber separar de las consolas caseras porque de querer unir ambos mundos, uno u otro saldrá perjudicado y creo que sé cual perderá más…
Sin ir más lejos, no hace mucho tiempo, mis sobrinos me dijeron que su padre tenía un juego de coches súper guapo para el Iphone. Un juego al que les encantaba jugar. Mía fue la sorpresa cuando lo ví… El juego se movía nítido y aceptable (con gráficos al estilo PSP), pero solo se gobernaba por el movimiento del aparto en sí, ni gas, ni frenos…
¿Eso es un juego? ¿Es esto lo que debemos pedirle al futuro? Tanto tiempo investigando y mejorando en terreno portátil para que los críos prefieran un Iphone a una PSP…
Otra cosa que me preocupa es el hecho de que cuando voy a la piscina municipal (para aliviar mis dolores lumbares), coincido en el vestuario con niños y chavales de distintas edades y NUNCA les he oído hablar de un Gears of Wars, un Bioshok o, si mucho me apuráis, de un Tekken o un Gran Turismo. De igual modo, tampoco sus comentarios son: “…que gráficos más potentes tiene…”, “…que pasada de ambientación…”, “… que argumento tan chulo…”…
No hablo solo de críos de diez años, ya que a alguno de ellos no les vendría nada mal una Gillette… ¡Ah sí! Perdonad… Sí que oí una vez una conversación de PS3, pero era referente al Pro Evolution Soccer, por lo que no sé si contarla…
Nosotros (o al menos la mayoría de los aquí presentes) crecimos con la era 8-16Bits, por lo que tenemos una concepción muy distinta de los videojuegos de lo que puedan tener los niños de ahora. No digo que seamos más listos que ellos, sin embargo, sabemos que el concepto WII es una opción más, mientras que ellos lo ven como algo natural.
Ayer, totalmente abducido por mi TV HD 32”, la oscuridad de la noche y el sonido envolvente que solo te pueden proporcionar unos auriculares, empecé a buscarle alternativas al sistema de videojuegos actual.
Ya sé que en la variedad está el gusto y que no tiene porque ser un futuro único y encasillado, sin embargo, la crisis mundial, de la cual nosotros aún no hemos salido, también ha pasado factura a unas compañías que, de bien seguro, no seguirán múltiples caminos de desarrollo e investigación.
Está claro que esas compañías buscarán un sistema que les asegure las ventas y si esto precisa de una remodelación de chasis a su antiguo hardware, un extenso abanico de periféricos y un buen catálogo de más de lo mismo, seguro lo hacen…
Tirado en la cama y divagando ya entre lo real y el sueño, visité un salón recreativo fantástico, el cual me hizo pensar. En él había un amplio abanico de sistemas de videojuegos en el que el concepto WII estaba clasificado como children’s area.
Imaginad por un momento una butaca confortable con un aparato parecido a un secador de pelo profesional (el que tienen en las peluquerías).
Dicho aparato hacía la función de casco suspendido. Un accesorio bien refrigerado y confortable el cual nos aislaba del mundo real.
En su parte trasera, totalmente bien acolchados, había un par de altavoces que proporcionaban un sonido sin majestuosidades, pero con un estéreo perfecto y unos grabes sobresalientes. En la parte delantera (no me preguntéis como) se veía, con total claridad, una consola de opciones, la cual, para poder verla toda, tenías que girar, ligeramente, la cabeza.
Su iluminación era la justa y no molestaba.
La impresión que me dio, era la de un sistema novedosos, parecido a la realidad aumentada o algo por el estilo.
Para controlar la consola de opciones, mis dedos, cómodamente insertados en un fino guante, con simples y cortos movimientos se las apañaban para, de una forma totalmente intuitiva, navegar por toda aquella consola de posibilidades.
Una vez empezó el juego (lógicamente una evolución del Bioshock… Aquella noche todo era Bioshock…) la experiencia se transformó en algo simplemente REAL.
La pantalla (panorámica) me introducía magistralmente en el juego y me daba una libertad de visión de casi 180 grados, tanto en horizontal como en vertical. Al poder girarme sobre mi mismo, con un simple impulso de dedo, se conseguía una fabulosa y correcta visión 360º.
Y que decir del interfaz gráfico-humano, los pequeños movimientos que yo hacía con las manos se reflejaban, de forma fiel, en las del protagonista…
El conjunto era la simbiosis perfecta entre hombre y máquina.
No eché en falta, en ningún momento, el caminar de forma real o el mover los brazos para alcanzar cosas, ya que, acostumbrado a jugar con un mando sofisticado, los simples movimientos de mis dedos (repito, totalmente intuitivos) se complementaban perfectamente con los de mi cabeza y, ambos, me permitían manejar aquél entorno digital como si de algo real se tratase.
Seguramente,
muchos habréis soñado alguna vez con algo parecido y, de hecho, algunas compañías también...
Creo que no estamos aún del todo preparados para un concepto de juego así, pero con el nivel gráfico e interactuación que hemos conseguido en esta generación tampoco debe faltar tanto.
Sin lugar a duda, el camino lógico a seguir es intentar avanzar en temática de interactuación visual con el entorno generado por el juego. Ahora bien, no queremos Realidad Virtual a cambio de perder detalle y calidad gráfica. Aquí es donde muchos experimentos reales flaquean: el hecho de conseguir interactuar con un conjunto bello y cargado de detalles gráficos.
Hablando en plata: no queremos interactuar con cucuruchos* o con entornos gráficos de generaciones pasadas…
*Digo cucuruchos, refiriéndome al grado de detalle de los personajes en algunos juegos WII.
Un par de
ejemplos de hacía donde tendría que ir el tema de los cascos-gafas (tampoco veo que esté tan lejos).
¡Ojo! con Realidad Virtual me refiero a interactuación visual total, no un simple 3D.
El 3D perfecto sí se debería poder lograr en la siguiente generación de consolas, ya que visto donde ha llegado la industria cinematográfica y con la calidad de imagen que ofrecen las TVs actuales, a las compañías de hardware, no les tendría que costar mucho conseguir un plano 3D de calidad, no mareante y si puede ser sin gafas.
No obstante, el camino final sí debe ser el de la simbiosis perfecta hombre-máquina, ya que, no nos engañemos: jugamos delante de una TV, pero mentalmente nos intentamos meter dentro, cosa que con tablets, smartphones, portátiles y WIIs es totalmente imposible…
Señoras y señores, ha llegado el momento de mezclar la experiencia cosechada por las videoconsolas con el potencial del PC (de hecho, esta generación ya casi lo hace) y centrarnos en el trema “visionario-conceptual” para lograr la tan soñada interactuación total.
En temática de comandos: ¡nada de realidad! Esto resulta cansino y molesto para juegos serios y largos, se debe investigar en un tipo de mando sensorial.
Cualquier mando actual te permite un sin fin de posibilidades y simplemente se trata de llevar eso a un guante con sensores. Nada de sensores de movimiento que nos exijan un movimiento brusco o forzado, nanopulsadores que detecten nuestras intenciones o mínimos movimientos.
En fin; puede que aún falte mucho para que una tecnología así pueda llegar a todos, sin embargo, lo que no debemos hacer es retroceder.
Nosotros somos los que debemos guiar a la industria y no tragarnos todo lo que nos den. Lógicamente, si gastando 2 venden, no invertirán 4… Esto os lo puedo asegurar.
Tampoco es cierto que todas las consolas tengan que evolucionar de igual forma, por lo que dos sistemas de videojuegos paralelos pueden convivir perfectamente, sin embargo, lo que parece poco sostenible es que una misma máquina sirva para todo (aunque, evidentemente es posible)…
Resumiendo (como ejemplo y sin pelos en la lengua): Una consola potente como PS4 no puede gastar tiempo, dinero e investigación en un simple accesorio con el fin de ponerse al nivel de una máquina inferior. Seamos sinceros con nosotros mismos, los sensores de movimiento distraen un rato pero cansan y aburren en exceso: ¿hace falta evolucionarlos mucho? Ya hemos tenido el guante de NES, la Eye Toy y la WII; por favor, centrémonos en el futuro.
¿Sois capaces de imaginar una colaboración entre Microsoft y Sony para sumar esfuerzos en busca del concepto de videojuegos perfecto?
Ambas compañías tienen dilatada experiencia en hardware, tanto informático como visual, por lo que el resultado podría ser increíble. Mientras tanto, Nintendo podría dedicarse, íntegramente, al mercado casual, ya que entre accesorios chorra y refitos de sus sagas emblemáticas, lleva mucho tiempo con una investigación más bien pobre…
Dicho queda,
en este documento, que un loco romántico soñó en una evolución de entretenimiento que permitía a los adultos vivir experiencias, mientras que los niños gozaban controlando muñecos mediante
movimientos…