Ninja Blade es un juego mal balanceado en muchos aspectos, pero a cambio, ofrece una intensidad y una jugabilidad de las de antes. Un juego que recuerda irremediablemente a los grandes de “la acción ninja”, esos juegos fabulosos de la talla de Blue Shadow, Ninja Gaiden, Ninja spirits…

Lo mejor de Ninja Blade es ese espíritu 16/8 bits en su desarrollo y jugabilidad, que por un lado, nos invita constantemente a avanzar hasta el final para saber que será lo próximo a lo que nos tendremos que enfrentar y, por otro, nos ofrece una jugabilidad frenética y muy “hardcore”, sin llegar a niveles excesivos, pero siendo siempre necesario prestar una atención constante (algo de lo que hoy día pocos juegos pueden presumir).

Ninja Blade es un juego que disgustará (probablemente) a los que se estresen con facilidad a los mandos del pad, pues su nivel de acción es abrumador, no da tregua alguna, y eso es tanto una virtud como un defecto (depende de los gustos de cada uno), pero debe quedar claro que, Ninja Blade, es un título muy duro para los neófitos.

El apartado más dispar del juego es su diseño, que a nivel de concepción está a un nivel superior, gracias a esa mezcla tan japo de Ninjas y cyber-punk, una ambientación más propia de los desarrollos de finales de los 80 (principios de los 90), que yo, personalmente, estaba echando de menos.

Como decía, es un apartado genial, pero abusa de si mismo, ofreciendo constantemente los mismos colores, diseños, texturas y variando bien poco desde el principio de la aventura hasta el final de la misma. Esto, no empaña en absoluto el apartado jugable, pero bien es cierto que, From software, podía haber dotado al juego de mayor diversidad artística (sobre todo a nivel de enemigos comunes, que se repiten en exceso).

Su nivel gráfico es notable, sobre todo en las miles de escenas QTE (quick time event), con unas coreografías y movimientos de cámara que por momentos rozaran lo exquisito (siempre que os guste la exageración, claro está), mostrándonos escenas impactantes y muy bien desarrolladas.

También son impresionantes los diseños y animaciones de los jefes finales, dignos de contemplar.

Como contrapunto, algunos escenarios son demasiados sobrios y pecan de estar algo desangelados, pero insisto, nada que reduzca su atractivo global o su jugabilidad.

A nivel jugable, comparar a Ninja Blade con Devil May Cry o con el moderno Ninja Gaiden II es un error enorme, pues como citaba al principio, Ninja Blade bebe más de las fuentes clásicas del genero, adaptándolo, claro está, a las necesidades técnicas y de control de los tiempos modernos.

Su jugabilidad es muy buena, mezclando QTE con enfrentamientos, plataformas, fases de disparos (en tanques, aviones…) y, por supuesto, los impagables duelos de final de fase, enfrentamientos estos, que como en los clásicos, requerirán de nuestra atención para aprender el patrón de ataque del enemigo y encontrar sus puntos débiles.

Los enfrentamientos con los Final Bosses serán largos, un ejercicio de aguante que para muchos será excesivo, pero en cambio, para otros (entre los que me incluyo) será todo un alarde.

El juego se compone de 9 fases, con una duración bastante alta (teniendo en cuenta que es un arcade), que en ocasiones, superará fácilmente los 45 minutos (dependiendo de nuestra pericia, puede que más, inclusive, superéis la hora en más de una misión), lo que convierte su durabilidad en algo acertado, pues no os olvidéis, que aunque parezca un juego del tipo Devil May Cry, Ninja Blade es un juego arcade clásico, bastante más lineal, pero a cambio, infinitamente más intenso.

Uno de los aspectos jugables que más me gusta del juego, es el uso acertado de todas las armas disponibles. Durante toda la aventura, tendremos que alternar entre diferentes tipos de espadas y diferentes tipos de poder de nuestra “estrella ninja”, convirtiendo en más tácticos de lo habitual los enfrentamientos comunes.

A nivel sonoro, el juego cumple de manera sobrada, tanto en FX como en BSO, creando una ambientación a la par que su acertado diseño visual.

Ninja Blade es un juego difícil de calificar, pues tiene infinidad de cosas increíbles, pero no es un juego de masas. Al que le guste, le gustará a rabiar, y al que no, le parecerá un despropósito, pero en cualquier caso, también estoy seguro de que al que le apasionen los juegos de Ninjas y, sobre todo, los de la era 8/16 bits, encontrará en Ninja Blade un juego flipante.

Independientemente de sus calidades (y de gustos), la única manera de calificar Ninja Blade es la de “ESPECTACULAR”.

En cuanto a historia, el juego cumple, sin más, creando una trama principal que nos invita a acabar con un virus devastador que una vez dentro de los humanos los hace mutar, y  lo adereza con los típicos hilos secundarios basados en traiciones y demás clichés del genero.

MI OPINIÓN

A mi entender, Ninja Blade es un gran juego, con sus defectos, pero un gran juego. Un título muy japo, como los de antes, sin cortarse un pelo a la hora de exagerar, pero creando un entorno y unos sucesos atractivos.

Creo que From Software  desarrolló un producto de muy buen gusto y una gran jugabilidad, superior, en muchos casos, a la de títulos con un renombre en la industria.