Silent Hill es, posiblemente, junto a la saga Resident Evil, uno de los pilares originales del género apodado como “Survival Horror”.

La saga de Konami se diferencia de la de Capcom por poseer unos argumentos bastante más profundos y paranoicos, apoyándose en el concepto de “terror asiático”.

Dicho concepto proviene del mundo del cine y se basa en un conjunto de trucos que logran asustar al espectador (en este caso jugador) antes de que realmente suceda algo. Además, por si fuera poco, el universo Silent Hill se nutre de un ambiente deprimente y macabro que dota al juego de un aspecto mucho más terrorífico.

El juego original se remonta al año 1999 y vio la luz en la Playstation. Teniendo en cuenta las limitaciones de la máquina, representó una suculenta alternativa al aclamado Resident Evil de Capcom.

En su hermana mayor (Playstation 2), se consolidó con la aparición de 3 + 1 episodios que de bien seguro hicieron las delicias de sus seguidores. Los tres episodios oficiales se fueron superando en calidad y variedad y, aunque para gustos los colores, dichos títulos supieron estar a la altura de la consola, ofreciendo unas cualidades más que aceptables.

Este + 1, el Silent Hill Origins, si no fuera por un profundo respeto a la saga, ni sería merecedor de ser mencionado. 

NOTA: Antes de continuar con mi crítica, quiero que sepáis que no he terminado el juego. De hecho, no he podido aguantar más de tres horas con él, por lo que si la misma no se corresponde a la realidad, me gustaría que me lo notificaseis para remediar el error.

Volviendo al tema:

Toda la saga, desde sus inicios, se ha caracterizado por poseer un aspecto gráfico un tanto peculiar: una asfixiante e intrigante atmosfera conseguida gracias a una fuerte carga de niebla en los escenarios exteriores, así como una sobredosis de oscuridad en los interiores.

Este factor dota al juego de una ambientación idílica para cualquier juego de terror, sin embargo, crea una suciedad gráfica que no gusta a todos. Yo mismo era muy reticente a dicha técnica, no obstante, una vez te acostumbras, debes admitirle un valor añadido: el grandioso suspense que consigue.

En esta vida, todo exceso se suele pagar y, esta “quinta” entrega, abusa de dicha borrosidad hasta límites incomprensibles. A ello, se le junta una realización técnica simple y horrenda que, de no conocerse el motivo, llega a desorientar.

La borrosidad, tanto en exteriores como interiores, roza lo paranormal. Los diseños de los protagonistas y de los decorados parecen anticuados y, ni de lejos, llegan al nivel de sus precuelas. TODO en este juego luce estéticamente mal o, exageradamente anticuado. 

El motivo de tan extraña aparición, se puede resumir con un solo término: “PEREZA”.

La única verdad es que la gente de Sony ha aprovechado un juego desarrollado y pensado para PSP y lo ha llevado a la PS2 sin siquiera molestarse a limpiarlo…  

A sabiendas de esto, incluso me planteé volver a jugarlo para conocer su historia, sin embargo, no lo voy a hacer. La sensación de “asco” que sentí al sentarme frente a mi Playstation 2 y poner este juego fue indescriptible… pobre iluso, incluso intenté modificar la configuración de color de la TV, al no querer creer que el juego fuera tan malo...

Que quede muy claro que no critico al juego en sí, ya que jugado en una PSP puede ser bueno, sin embargo, no les perdono a Konami, y sobretodo a SONY, que traten así a una saga tan representativa.

¡Atención! Os quiero advertir, y me duele hacerlo, que descartéis por completo este juego en su versión Playstation 2.

Puede que, si sois unos forofos de la saga o no valoréis el aspecto gráfico de un juego, os guste, sin embargo, el resto corréis el riesgo de que todo lo bueno que recordáis de Silent Hill se vaya al garete en cuestión de minutos…

Hasta donde he llegado a profundizar en él (que ya os he comentado, no ha sido mucho), el Silent Hill Origins de Playstation 2 se podría describir con los siguientes adjetivos: feo, horroroso, monótono, predecible, antiestético…

Seguramente, habrá quién encuentre exageradas mis palabras, sin embargo, a esos les preguntaría si, habiendo jugado a sus anteriores episodios, este “Origins” era necesario… O si, saliendo originalmente por PSP, hacía falta un port, en estas condiciones, para Playstation 2…

A mi entender, un fallo garrafal de Konami y Sony. Un insulto a una saga que puede gustar más o menos, pero de bien seguro, a nadie deja indiferente.