Fijaos que he puesto el adjetivo "REMAKE” en mayúsculas. Esto no es porque forme parte del título, sino porque, realmente, es una revisión perfecta del juego original.
Supongo que todos conoceréis el juego de Playstation 2, lanzado en 2005 por el equipo de programación TEAM ICO. Un juego, novedoso en concepto, que gustó a muchos y defraudó a otros por culpa de su borrosidad gráfica. Un concepto de juego minimalista que, coqueteando con las plataformas y la acción, pecaba de, hasta cierto punto, repetitivo. NO era un juego simple, pues su mecánica precisaba de bastante manejo, sin embargo no fue apto para todos los públicos.
Lo que lo hizo grande no fue su mecánica, ni sus gráficos, sino la magia que transmitía. Pocos son los juegos que aportan “algo más” a parte de las propias sensaciones al jugarlos, pero este Shadow of the Colossus poseía algo que muchos juegos no tienen: SENTIMIENTO.
Desde mi humilde punto de vista, os puedo contar que este juego es terapéutico. Un joven, un caballo y, a priori, nada más… Un basto mundo para explorar, a tu ritmo, que, gracias a unos efectos de audio muy correctos, te transporta a otra dimensión. Un espacio intemporal en el que tan solo debemos preocuparnos de localizar y derrotar a unos colosales gigantes de piedra. Aunque los momentos de batalla son acción pura y dura, los momentos de exploración son éxtasis puro para los nervios y, por consiguiente, una buena experiencia anti estrés. Cabalgar a lomos de un caballo por un territorio tan bello como inexplorado… ¿Quién no se rinde ante la idea?
Este REMAKE para PS4 es sublime, casi me atrevería a decir que es el remake más logrado de cuantos he jugado. Jamás me he decantado por esa practica, pues soy un férreo defensor de los originales, no obstante, esta vez, debo admitir que el resultado ha sido excelente. Tan excelente ha sido que cuando lo ví en HDMI lloré de felicidad… hacía como diez años que no jugaba a este juego y al recordarlo me entró la melancolía. Fue tanta la inyección de nostalgia que sentí que tuve que poner el original para compararlo y me quedé alucinado de su fidelidad. Es el mismo juego (idéntico) con un lavado de cara BRUTAL.
Nada nuevo os puedo contar de ese juego que no esté expuesto en el anterior análisis del original, pero si os contaré que si os gustó aquél borroso juego de PS2 no dudéis ni un momento en haceros con esta versión. Y, de igual modo, a todos los que aquél juego no os pareció nada del otro mundo, os invito a probar este nuevo para ver si seguís pensando igual...
Tan solo un par de detalles a reprochar, si es que realmente tengo derecho a reprochar algo… Jugado en la PS4 normal (aún no lo he probado en la PRO), hay un par de detalles técnicos que podrían haberse mejorado. Una es la curiosa, y algo molesta, afloración de matorrales que aparecen a nuestro paso al cabalgar y la otra es que, al igual que pasa con el original, nuestro protagonista debe guardarse el arco en el bolsillo derecho del pantalón, pues podemos seleccionar esa arma y, cuando cambiamos a la espada, el arco, simplemente, desaparece… Dos detalles a comentar y poco más pues, comparados con la genialidad del título, vienen a ser como dos pelos blancos en el lomo de un coloso…
Un indispensable del catálogo PS4 y, sin lugar a dudas, de toda colección que se precie. Una joya que completa la ya existente trilogía de juegos para soñar de la mano del grandioso Fumito Ueda: ICO, Shadow of the Colossus y The Last Guardian.