En la ERA de los 16 bits nació una saga de juegos de naves de la mano de Technosoft que, poco a poco, forjó su leyenda.
Su tercera parte ya dejó entrever sus maneras; Un juego de naves completo e innovador.
No obstante, no fue hasta el año 1992 cuando dicha compañía creó una joya que ha pasado a la historia por ser uno de los mejores juegos de naves jamás programados.
Gráficos brutales, música y efectos potentísimos, jugabilidad endiablada…
Después de 5 años de silencio, Technosoft sorprendió a medio mundo con un juego de naves desarrollado para Sega Saturn (con posterior adaptación a PSX) que vino a ser la tan esperada continuación a la saga.
Thunder
force V fue un juego
que si bien innovaba en casi todo, no llegó al clímax deseado para la multitud de seguidores.
Y Hasta aquí parecía que llegaría la saga, ya que la caída de Technosoft no auguraba mejores tiempos. No obstante, la sorpresa salto en el año pasado (2008) cuando SEGA anunció la salida inminente de la sexta entrega de la saga bajo su propia licencia…
Si ya era rara la noticia, lo más raro era que dicho título saliera para PS2 en pleno apogeo de las consolas de nueva generación.
Un juego esperadísimo por muchos, en una consola pasada y sólo en Japón ¿?
Sea lo que fuere, así ha sido y, gracias a ello, a continuación os hablaré de un juego no apto para cardíacos.
Os puedo asegurar que ayer tarde retrocedí en el tiempo. Volví a tener 15 años durante una media hora larga…
La llegada de mi ejemplar de Thunder force VI (vía E-bay) me había creado una expectación enorme.
Soy un fan incondicional de la cuarta entrega y le tenía muchas ganas a este juego. Todo estaba predispuesto: luz apagada, equipo de audio encendido y bien ajustado, distancia de la tele correcta, buena sujeción del mando y la PS2 leyendo sus primeros bytes.
LA INTRO
Nada del otro mundo… Una sucesión de imágenes de naves y fondos especiales con una melodía vocalmente tarareada. Sinceramente, me esperaba un poquito más, sin embargo, en los últimos ápices de la misma hay un reconocimiento a la saga con unas imágenes sobreponiéndose de sus anteriores entregas, todo un acierto y un merecido homenaje.
Esto ya me estremeció por dentro y se me formó una sonrisa en la cara.
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Correcto, pero sin sobresalir en nada. Una imagen de fondo, varias opciones y una musiquita un tanto machacona.
EL JUEGO Y LAS SENSACIONES
Aquí sí. Después de una corta introducción en la que se ve una destrucción bastante típica de estos géneros, vino mi goce y flipe durante más de media hora y los, para mi, cuatro punto claves del juego.
1- La toma de control y manejo de la nave. Simplemente sublime.
2- El espectáculo visual de los tiros, efectos de luces, rotaciones de pantalla, súper disparos, enemigos finales, gráficos de fondo... Todo magistral y súper suave.
3- La tremenda música y efectos sonoros que te transportan en plena guerra intergaláctica. Muy buenos y acertados. Mencionar el idioma especial que se usa en el juego, una especie de “bereber” alienígena muy guapo.
4- El tremendo sentimiento nostálgico que te recorre el cuerpo al jugar en fases y al luchar contra enemigos más que conocidos para todos los adictos a la saga.
En definitiva:
A mi entender, este juego es el Remake más puro, simple y excitante que se podría hacer de una joya como era la cuarta entrega. Desconozco si realmente este título se concibió como un Remake o si SEGA se inspiró demasiado en la cuarta entrega, pero creedme esto ha sido un acierto y de los grandes.
La satisfacción de jugar al mismo juego de hace años con la tecnología moderna es inexplicable.
VALORACIÓN FINAL
Un juego que si bien es cierto que su brevedad puede defraudar a algunos y que, además, se puede tachar de “otro” BUEN mata marcianos, para los fans de la saga es imprescindible y de seguro que se convertirá en una joya de coleccionistas, ya que su corta tirada en tierras niponas, y para una consola casi obsoleta, así lo auguran.
Un punto criticable hasta cierto punto es que la pobre PS2, en algunos momentos, muestra unas ralentizaciones un poco molestas, no obstante, esta deficiencia la suple a las mil maravillas con una nitidez y unos efectos gráficos BRUTALES.
Esta vez no llueve acero del cielo, sino lágrimas de emoción…
Como he comentado anteriormente, este juego además de parecerse mucho estéticamente al IV, tiene unos puntos en los que su semejanza, creo que está más que estudiada. Puntos que te hacen revivir sensaciones olvidadas.
No digo más para no romper la magia pero seguro que al jugar hay momentos en los que reís sin saber el porqué…