Hablar de GRADIUS es hacerlo de uno de los clásicos más significativos en cuanto shooters de naves se refiere, un título con una personalidad innegable que, además, nos ha dejado algunas de las imágenes más míticas del género.
Gradius es el primer shooter en aparecer para NES y, por lo visto, puso el listón bastante alto, convirtiéndose en un súper ventas instantáneo y consiguiendo de esta forma entrar en el olimpo del catalogo de la más clásica de Nintendo.
Es cierto que los siguientes títulos de Konami superaron en todos los aspectos a Gradius, tanto Gradius II como Salamander, pero el merito de su acertado sistema de juego y su icónica representación se la deben al original.
El título de Konami es el que inventa el tan carismático sistema de “power ups” mediante una barra, la cual posee diversas opciones a las que se accede recogiendo un determinado número de dichos ítems (puede que el elemento más carismático, junto a la esfera de R-type, dentro de los shooters de naves).
Gradius es un título muy “hardcore” (como casi todo lo que destacaba en los 80), solo recomendable para amantes auténticos de los shooters espaciales, siendo de esta forma un juego bastante difícil si no somos especialmente duchos en esto de esquivar disparos.
Nuestra misión será la de salvar a los habitantes del planeta Gradius de la invasión de una terrorífica y poco amistosa raza alienígena, a lomos de nuestro inimitable “Vic Viper”, una nave única; un prototipo de combate que se convierte en la última esperanza para los habitantes del mencionado planeta.
Gradius es un juego amor/odio, los que dominan este tipo de arcades pueden acabárselo en 20 minutos (después de haberse memorizado las pantallas, claro….) y, en cambio, los que no son tan hábiles, pueden quedarse atascados de por vida en la segunda fase…
Esto se debe, en gran parte, a la dependencia del juego con los “power ups”, pues en cuanto te armas hasta los dientes, eres prácticamente invencible (ya solo depende de nuestros reflejos), pero como pierdas una vida, al empezar sin ningún tipo de extra y con la velocidad de una tortuga, estás condenado a morir en esa pantalla, casi
seguro.
En su apartado gráfico, el juego no destaca en absoluto, contando con un sonido y unos gráficos simplemente correctos, pero, a cambio, nos premia con un diseño de alto nivel (inolvidables las cabezas de la Isla de Pascua y los bosses con “núcleo”, entre otras muchas cosas…). Tanto el diseño global del juego como en el de la banda sonora, que aún siendo algo lenta, crearon escuela.
Gradius es un juego CLÁSICO, con mayúsculas, pero para apreciarlo como es debido, habrá que retrotraerse a un tiempo en el que todo era menos espectacular y directo: un juego de la vieja escuela, un cartucho mítico.
Solo por ser el juego que inspira a toda la saga PARODIUS, ya es merecedor de todo mi respeto, siendo totalmente recomendable la adquisición de la misma, cuyo primer título de NES es altamente recomendable.
Por cierto y para despedirme, os contaré que a la nave del juego, además de VIC VIPER, también se la conoce como RATTLE WARP.
MI OPINIÓN
GRADIUS es un título muy recomendable para los amantes del género, pues para el resto puede no ser tan significativo ni entrañable, aun con todo, es un título de la vieja escuela con una calidad indiscutible que, por suerte, puede encontrarse a precios muy contenidos en cualquiera de sus versiones: un clásico básico de NES!