Need for Speed Shift, en su día, fue una apuesta arriesgada, pero del todo necesaria, pues poco a poco, el panorama de los juegos de conducción parece que se ha ido profesionalizando, dando prioridad a juegos más “realistas” y casi obviando a los que buscan un enfoque más arcade.
El primer Shift podía presumir de juntar lo mejor de los dos mundos: una apariencia y desarrollo muy realistas, con un control prácticamente arcade que, gracias a una puesta en escena
arrolladora, nos hacia sentir como en el mejor de los simuladores.
Ahora, Shift 2 avanza un paso más, aportando un enfoque más realista y competitivo y, sobre todo, penalizando el exceso arcade que mostraba su hermano mayor, evitando de esta forma que podamos ganar carreras a base de golpear a los rivales para expulsarlos de la pista y, convirtiendo la experiencia en algo más cerebral.
Lo cierto es, que no por haber introducido este cambio se ha convertido en “más simulador”, pues sigue siendo un arcade, pero más técnico y con consecuencias, lo cual es todo un acierto.
En Shift 2 los rivales son más competitivos, se ha vuelto más fácil trazar correctamente las curvas, el comportamiento de los vehículos es más real (pero a la vez más controlable) y, gracias a dios, nuestro coche no se comportará de la extraña manera que lo hacia en su predecesor al salirnos del circuito.
Todo lo concerniente a la jugabilidad ha mejorado, sin duda alguna, y sigue siendo la alternativa perfecta para cualquier tipo de jugón. Gracias a sus tipos de control, podremos conseguir un arcade casi puro o en su defecto un simulador casi realista.
Esto es lo mejor de Shift, tener un lugar propio entre los dos tipos de juegos de conducción por excelencia, consiguiendo perfectamente, integrar lo mejor de los dos mundos.
Los desperfectos son los suficientes como para no frustrar, y su representación es adecuada, con impactos realistas en su representación de daños, pero, que como en casi todos los juegos, es demasiado permisivo, mostrando daños tan solo, con impactos a velocidades altas. Estos impactos no solo afectarán a nivel estético, también mermarán el rendimiento y provocarán dificultades en la conducción.
Como en casi todo, en Shift2 este aspecto es configurable, pudiendo activar daños visuales o, en caso de buscar más realismo y dificultad, daños de rendimiento.
A nivel gráfico, el juego mantiene la excelente calidad de su primera parte, superando en casi todo a sus rivales más próximos y, aportando sustanciales novedades, como el modo de carrera nocturno (existen diferentes grados de nocturnidad, como al amanecer o al anochecer, incluyendo noche cerrada), que logra sorprender por lo realista de su representación y, por lo lograda de la iluminación de los vehículos.
El acabado de los bólidos es excelente, sin entrar en comparativas, su acabado es sobresaliente, al igual que la iluminación y los reflejos sobre el mismo, suceso que se repite
con los escenarios y cada uno de los objetos que lo pueblan, creando unos entornos de calidad incuestionable, plagados además, de efectos de calor, desenfoque, suciedad en la pista y otros tantos
detalles que redondean un acabado sólido y agradable como pocos.
Además de las cámaras que encontrábamos en su primer capítulo, Shift 2 aporta una cámara desde el caso del piloto, que automáticamente vira hacia la trazada más adecuada en las curvas, consiguiendo un acabado más cinematográfico y hasta cierto punto realista.
Esta vista descoloca al principio, pues antes de entrar en la curva, la cámara se orienta hacia la trazada antes mencionada, consiguiendo que perdamos la referencia real, pero que tras un par de carreras, se vuelve intuitiva y cómoda de utilizar.
El sonido es bestial, igual que en el primer Shift, sello propio de EA, que últimamente suele conseguir los mejores acabados de sonido en sus juegos de velocidad.
La banda sonora es aceptable, supongo que este apartado es más una cuestión de gustos que de calidades, pues suena de fábula, pero en lo particular, a mi no me llena del
todo.
Shift 2 es un juego redondo, que podrá gustar a cualquiera que disfrute de este género, pero que, por su enfoque a medio camino entre el arcade y el simulador, debe evitarse su comparación con los reyes del género: Shift 2 juega en su propia liga, no es ni lo uno, ni lo otro, es la mezcla perfecta de los dos mundos. Un grandísimo juego de conducción.
Las diferencias entre PC y consolas son pocas, pero bastante notables:
- En PS3 la definición es la más baja de las tres versiones.
- En Xbox 360 y PS3, existen algunos momentos mínimos de ralentización.
- En PC (de gama media-alta) la tasa de frames y el acabado, son superiores.
MI OPINIÓN
Shift 2 es grande.
En muchos aspectos mejor que el primero, pero son tan diferentes, que se complementan a la perfección, lo cual hace comprensible su adquisición aún teniendo el original. Además, aporta unos cuantos circuitos de brillante acabado y mejora la calidad de los anteriores.
Un juego de notable alto, divertido y con un gran acabado, que a mi entender, proporciona una experiencia más completa que juegos como GT5y FM3.