METRO LAST NIGHT  ha sido el último juego al que he jugado y me ha encantado. En su día, terminé su primera parte, METRO 2033, con un cierto sabor agridulce. No es un mal juego y no guardo un mal recuerdo de él, pero si que resulta un pelín repetitivo y posee unos gráficos, para mi gusto, demasiado “pcerizados”…

Intentaré describiros mejor este adjetivo de (“pcerizados”) que sé que proviene de una sensación mía que puede que no compartáis. Hubo un tiempo en el que los ordenadores de sobremesa, a base de una buena gráfica, mostraba los juegos extrañamente definidos. No es que los gráficos fueran malos, pero sí que se hacía un cierto abuso de los reflejos concluyendo en un conjunto gráfico demasiado plastificado que, por más INRI, si no poseías una tarjeta gráfica de último nivel, dotaban al juego de una cierta brusquedad en su desarrollo. Ni de lejos puede comprarse METRO 2033 a esos juegos que comento, pero sí que lucía una cierta brusquedad en el desarrollo a merced de su alta calidad gráfica.

En fin, anécdotas a parte, a esta secuela le hinqué el diente hará más bien poco y debo reconoceros que me ha gustado mucho.

Lo primero a comentar, y uno de los grandes logros del juego, es su GRAN argumento (se nota que proviene de una novela) y su ENORME base narrativa con cientos de diálogos que estás por estar, pero que dotan al juego de una realidad y majestuosidad únicas. Este juego está repleto de detalles narrativos que no tienen precio: puedes quedarte al lado de un par de personajes, totalmente secundarios, y oír una historia fantástica. Esto se acentúa en las metrópolis, pues cada personaje tiene algo que contar y lo bueno es que se lo cuentan entre ellos, o sea, que si no les dedicas tiempo ni lo oyes. ¡Increíble! Imaginad hasta que punto es así, que en un momento determinado del juego pasamos por el interior de un teatro en donde se está representando una actuación. Es un simple escenario de paso, pero si te quedas mirando la función te das cuenta de hasta qué punto lo secundario es importante en ese juego.

Gráficamente hablando, el juego también es un pata negra y, pese a algún pequeño ranqueo de movimiento, TODO está muy bien realizado. Luce algo más nítido que su primera parte y se mueve mucho mejor. Posiblemente, este apartado no destaca tanto como en lo argumental, pues la generación X-BOX 360 y PS3 ya nos brindó shooters magníficos, sin embargo cumple a la perfección y, como he avanzado antes, los detalles brillan por doquier, sobretodo en las metrópolis subterráneas en donde la vida y las relaciones humanas adquieren otra dimensión.

Pese a ser un shooter por carriles en el que su mayoría de escenarios son interiores, debemos hacer mención especial a los exteriores, ya que, tanto de día como de noche, lucen grandes, abiertos y bien diseñados. 

Sé que puedo parecer exagerado, ya que la nota que le pondría a este METRO LAST NIGHT sería bastante alta, pero la verdad es que me ha gustado mucho y gran culpa de ello es su BRUTAL hilo argumental, narrativo e imaginario. también debo citar la majestuosa traducción al español, pues los boces suenan geniales y la entonación de los diálogos , por norma general, resulta sublime. 

Poco más a añadir; si os gustan los shooters bélicos y poseéis una X-BOX 360 (creo que también está el remake para PS4 y ONE), no podéis obviarlo, pues es realmente un juego muy completo.

Su único punto débil, al igual que le pasó a su antecesor, podría ser la repetición de acciones, no obstante, en este género, los shooters, esto es algo que ya suele pasar…

SUPER RECOMENDADO!!