La verdad es que no sé como enfocar el “review”… Este juego me ha dejado algo descolocado…

Con su introducción jugable en la que tienes que leer al mismo aporrear (aún sin saber como) a un montón de enemigos, mientras el escenario gira constantemente simulando una caída al vacío, uno ya se percata de lo que va a encontrar en Bayonetta: acción a raudales sin freno ni límites.

Devil May Cryinventó un estilo de juego, God of War lo glorificó y muchos otros como Darksiders o el propio Bayonetta, se conforman en plagiar su patrón intentando, gracias a la alta definición, sorprendernos de nuevo.

Bayonetta es un juego de doble lectura, ya que posee tantos fallos como aciertos, sin embargo, sin entrar en detalles y a tono de presentación, lo podemos tildar como, posiblemente, la paranoia más bella de Sega (o lo que quede de Sega).

Visualmente, y pasando por alto los típicos fallos de “Scroll” (malditas y molestas rayas horizontales al rotar el escenario) de la actual generación, que bien debo citar, ni de lejos se acercan a los de Darksiders ,me atrevería a decir que este Bayoneta es uno de los juegos más logrados, a nivel visual, de cuantos he visto.

Una protagonista exquisita (con “Gigatones” de glamour), junto a unos escenarios que, sin ser excesivamente novedosos, deleitan por su grandiosidad y belleza son, sin lugar a dudas, el punto fuerte del título de Sega. Si a esto le sumamos unos enemigos correctos (demasiado repetitivos a mi gusto) y una realización magnífica, tenemos como resultado un coctel perfecto para los amantes de la acción y brutalidad gráfica.

Bayonettarealiza mil y una acciones, representadas de forma magistral, que permiten controlarla y hacer maravillas desde un inicio, pero que dotan al desarrollo del juego de un caos gráfico un tanto difícil de digerir para las retinas más clásicas.

Aquí puede que radique uno de sus principales fallos: la exageración.

Una exageración que, todo y alucinarnos al principio nos alucine, al rato de jugar deviene en monotonía y, por consiguiente, tiende a cansar. A esto, una brutal exageración que parece querer ridiculizar, sin conseguirlo, a juegos como God of War, debemos sumarle unas escenas intermedias excesivas que entre cortan, de forma no siempre acertada, tanto el desarrollo como la acción del juego.

Una verdadera pena porque sumándole la (ya más que típica) fórmula de “correr un rato – combate, volver a correr - combate” de este tipo de juegos hacen que su desarrollo final sea monótono y totalmente previsible.

Un hilo argumental demasiado simple, aunque bien nutrido por las, también típicas, notas esparcidas por los escenarios (con algún fugaz ápice de sorpresa), es el último ingrediente de este Bayonetta.

Dejadme terminar ya, pues tampoco hay mucho más que contar, con una advertencia: Bayonetta es un juego tan brutal y exagerado en todos sus aspectos que puede llegar a cansar, tanto en temática gráfica como jugable.

Donde sí debo reconocer el buen hacer de la gente de Sega es en la concepción del juego, me explico:

El diseño gráfico del juego, tanto de los menús como de los protagonistas, así como algunas fotografías (tomas de cámara) de las escenas animadas y el convenio “ridículo-cómico” de algunas de ellas, mencionando incluso detalles como la pantalla de puntuaciones y los tiempos de carga, es sublime y deja entrever la pretensión con que Sega creó Bayonetta.

En definitiva: un juego de lo más recomendable para todos los amantes de la acción y la brutalidad gráfica que, bien analizado, no deja de ser uno más en su género.

Por desgracia, la generación actual está plegado de ellos: juegos con un gran marketing, un impactante diseño gráfico y que, a la hora de la verdad, no presentan nada nuevo…

Una verdadera pena porque actualmente parece que cualquier cosa en alta definición ya puede ser llamado juego. No hablo explícitamente por ese Bayonetta, solo es un sentimiento que, por desgracia, desde ya hace algún tiempo, llevo experimentando con demasiada frecuencia.