Imaginad una ciudad en el medio del océano. Una ciudad apartada de todo contacto con el mundo exterior y con el único límite que el que uno imagine...

Esto es Rapture: Una ciudad...

Donde el artista no tiene que temer al censor.

Donde el científico no esta limitado por la nimia moral. 

Donde los grandes no están constreñidos por los pequeños...

La ciudad que Andrew Ryan ha creado para que las leyes sean infringidas.

Una ciudad sin límites morales, donde la investigación genética llegará a desafiar la existencia de un Dios y donde la innata indecencia del ser humano, junto a las ansias de poder y egoísmo, harán que caiga en el más tenebroso de los abismos, la perturbación de la mente humana.

Con estas pautas, tan “intrigantes”, empieza una aventura llena de incógnita, traiciones, miedo, acción y algún que otro toque de ternura que nos sumerge en un ambiente inhóspito, pero a la vez intrigante que termina por cautivarnos totalmente.

Rapture, la ciudad olvidada.

La historia transcurre en una decadente ciudad submarina donde la humanidad ha olvidado, completamente, los valores y tan solo ansían poder y ADAM.

En un marco tan bello, pero a la vez macabro, ficticio, pero posible, olvidado, pero en movimiento, transcurre uno de los juegos más impactantes de cuantos he jugado.

Un juego, en primera persona, que consigue meterte de lleno en la historia y que no te deja desconectar ni un instante. Ambientación de lujo para un juego COLOSAL.

Poco puedo deciros que no hayáis oído ya acerca de este juego, no obstante, y pese a la repetición de todo aquél que lo juega, os comentaré el aspecto que más me ha sorprendido: la AMBIENTACIÓN. Un diez sin lugar a duda.

Si bien una ciudad submarina ya es un escenario inmejorable para cualquier aventura de terror, en Bioshock han sabido recrear un universo macabro, pero terriblemente bello y atractivo.

Mientras que en la ciudad se respira un ambiente de lujo decadente que nos recuerda a la estética americana de los años 50-60, por las ventanas se ve la cruda realidad. Océano profundo y aislado, donde nuestros gritos se ahogan con sólo salir de la boca. Tanto la ciudad, como el abismo que se deja entrever por las ventanas, están realizados sin escatimar detalles.

Una banda sonora muy acertada, repleta de melodías pintorescas, efectos sobrecogedores y una traducción de los relatos y conversaciones que nada tienen que envidiar a cualquier película actual.

Unos gráficos soberbios, con efectos de luz que rozan la majestuosidad y que muestran su máxima esplendor con las vistas subacuáticas de Rapture. Unas transparencias y efectos de agua que no hay adjetivo posible para calificarlos. Nunca vistos hasta la fecha. Al pasar por debajo de un chorro de agua te viene el instinto de secarte los ojos.

Los personajes son carismáticos y están muy bien detallados. Puede que se repitan un pelín, a lo largo del juego, pero esto tampoco es nada reprochable.

Una historia, un tanto paranoica, que encierra la terrible verdad de la raza humana: la codicia por pisotear al prójimo.

Si bien, en un principio, descoloca un poquito, su hilo argumental no se corta en ningún momento y llega a tener verdaderos puntos de éxtasis como, por ejemplo, con la aparición de las “Little Systers” y los “Big Dady’s”.

Un terror al justo nivel que, si bien en la mayor parte del juego se puede denominar de mero “especticismo intrigante”, en algunos momentos determinados nos hará saltar de la silla.

El oír un “Big Dady” caminar y gritar, al oír las dulces niñitas cantar, al ver las sombras del océano o de algún cadáver colgante. Estos son algunos ejemplos de momentos impactantes que impiden que te relajes.

En fin, un juego indispensable, y altamente recomendable, para todos. Aunque los “shooters” no sean nuestro género preferido, no podemos dejar de experimentar la majestuosidad de Bioshock.

Un juego que dentro de veinte años, aún se recordará.

Valoración final y recomendación

No dejéis de probar este juego.

Aunque no os gusten mucho los juegos en primera persona (y que su control os parezca incontrolable) dadle una oportunidad porque estoy seguro que no os defraudará.

Un juego bien realizado, en todos sus aspectos, que si bien tiene algunos pequeños fallos insignificantes y un desenlace un poco injusto, hará que de ahora en adelante el género “Shooter de terror” tenga el listón muy, pero que muy alto.