El CDX, o Multimega (nombre europeo), salió al mercado en 1994, año en que SEGA decidió sacar un enésimo aparato para terminar de exprimir un hardware llamado Mega Drive.
Tras el Mega CD y el 32X, SEGA nos ofreció un combo de su exitosa Mega Drive y su Mega CD, añadiéndole la función de “Discman” portátil.
El CDX tiene unas dimensiones increíblemente reducidas para la época. Poco más ancho que un cartucho de Mega Drive y un poco más largo que un CD, incorpora un puerto de cartucho y una parrilla de botones con una mini pantalla LCD.
Hablando en plata, SEGA comprimió sus dos máquinas en un “Discman”, algo que en aquellos tiempos suponía un gran adelanto tecnológico.
A parte de su estética, cabe comentar que, técnicamente, es idéntico en prestaciones a una Mega Drive + Mega CD.
La pena es que no supuso nada más… Y tan sólo fue un aparatito inalcanzable para la mayoría de usuarios debido a su elevado precio de salida.
Sin embargo, todo y que ahora, con el paso del tiempo, podemos afirmar que el CDX es una auténtica maravilla y una codiciada joya para los coleccionistas, no deja de ser otro claro ejemplo de una época de políticas contradictorias por parte de SEGA.